Con el objetivo de dar respuestas, herramientas y, en el futuro, recursos en el viñedo de montaña, se ha celebrado la 8ª Jornada de desarrollo rural: viñedo de altura, una oportunidad en el Pirineo, en la que INNOVI ha presentado las conclusiones que se obtuvieron del Taller de vinos y viñedos de montaña del pasado 26 de mayo.
Esta jornada se enmarca en marco de la Universidad de Verano Ramon Llull, en la que se tratan las estrategias de adaptabilidad que la viticultura debe afrontar ante el cambio climático y el creciente interés por el mundo rural y el Pirineo.
La dificultad del acceso a la tierra de cultivo de viñedos, la baja rentabilidad por hectárea o el mal provocado por heladas son algunos de los inconvenientes de que se encuentran los viticultores en la alta montaña. Un propósito que, de momento, tiene pocos adeptos, pero va ganando notoriedad con el tiempo y la sensibilización por el territorio, tal y como comenta el Clúster Manager de INNOVI, Eloi Montcada.
En la jornada, Carme Domingo expone la necesidad del sector en la alta montaña de la recuperación de variedades autóctonas poco conocidas en el territorio y que aportan riqueza en la elaboración de vinos de gran calidad.
Precisamente, la dificultad para encontrar maquinaria agrícola que pueda adaptarse a la zona, la alta inversión a la que hay que hacer frente o la falta de personal formado en viticultura hacen que la explotación y la elaboración en la alta montaña sea complicada. Cal Mandrat y Gramona son dos de las bodegas que han afrontado este tipo de viticultura y han aportado sus visiones de la experiencia que han vivido en zonas de alta montaña.
Este proyecto ha recibido el apoyo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en la convocatoria 2021b de ayudas a Agrupaciones Empresariales Innovadoras con el objeto de mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas.
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